Entendemos que esta forma de criar, de manera extensiva en una finca grande, hace que el animal en sus primeros años de vida, se encuentre en su hábitat natural, reportándole una salud mental y física difícil de adquirir por otro animal criado desde corta edad de forma estabulada, logrando con ello un bienestar a nuestros potros difícil de adquirir de cualquier otra forma. Las condiciones del terreno, al ser muy abrupto ya que se trata de sierras con importantes desniveles de cota, así como su extensión son ideales para el desarrollo óseo, de los cascos y de las articulaciones así como la fortaleza del tren posterior verdadero motor en el futuro del animal.